En un día tranquilo entre semana, nada diferente, llegue cansada pero desesperada por hacer fotos. Las fotos callejas me dan un poco de pena y era tarde, pero que mejor que un patio en ruinas para ver de forma diferente incluso un zapato tirado entre hojas secas de mamey qué no se han recogido. Todo es arte, todo es fotografiable, bajo unos ojos curiosos, una mirada profunda, una cámara al 100% de batería cada pequeño rasgo imperceptible, pasajero puede convertirse en una obra maestra. Así me sentí ese día y cada día que voy al patio, es como un mini mundo, puedo tener todo el tiempo que quiera, nadie me mira y cada cosa mirada de cerca es fotogenica, inigualable, irrepetible. Espero que disfrutes... y feliz martes.
Traducido en Microsoft Copilot
On a quiet weekday, nothing out of the ordinary, I arrived tired but desperate to take pictures. Street photography makes me a bit self-conscious, and it was late—but what better setting than a ruined courtyard to see things differently, even a shoe tossed among fallen mamey leaves that haven’t been swept up. Everything is art, everything can be photographed. Under curious eyes, a deep gaze, a camera with 100% battery—every tiny, imperceptible, fleeting detail can become a masterpiece. That’s how I felt that day, and every day I return to the courtyard. It’s like a miniature world, where I have all the time I want, no one watches me, and every closely observed object is photogenic, unique, unrepeatable. I hope you enjoy... and happy Tuesday.