Las relaciones humanas son complejas, pero necesarias. Cuando empezamos a interactuar con otras personas, en general, lo que estamos haciendo es un intercambio de saberes (así lo considero), donde aprendemos de otros, incluso sin querer, y también esa otra persona con quien interactuamos aprende de nosotros.
Lo que aprendemos, todo eso que se queda en neustras mentes, determina el como vivimos, y definitivamente, las conversaciones con otras personas pueden ser una gran herramienta para el crecimiento, si son bien canalizadas, así que no creo equivocarme si digo que una buena conversación puede ser productora de grandes cambios en nuestras vidas.
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Hace tiempo, cuando tenía unos 29 años, conversaba con una chica que conocí en un curso, y ella es ingeniera, en la conversación estábamos hablando de nuestras carreras, yo de medicina, ella de ingeniería mecánica, y todo era muy común con ella en cuanto a la manera en la que hablaba de su profesión, pero luego, en algún momento de la conversación, se tornó el tema a una gran pasión de ella, la cocina, m habló de ello, de que le gustaría estudiar para ser chef, porque cuando cocinaba se sentía muy bien.
Pero algo cambió en ese momento, me comentó que había una relación entre la cocina y su mamá (quien había falecido años antes, y era una buena cocinera de vocación), y al momento que habló de esa carrera en particular, de la gastronomía, de ser chef, se le iluminaron los ojos, lo hizo con una pasión que no estuvo cuando habló de la ingeniería, en ese momento le dije, ¿y por qué no estudias esa carrera?, noto que te gusta mucho, busca un sitio cercano para hacerlo, y hágale, se nota que te gusta mucho en realidad, ¿cuál es la limitación?.
Años después, ella y yo coincidimos nuevamente, ¿que creen?, estudió gastronomía, y es ahora chef, además de ingeniera, vive prácticamente de cocinar, es repostera también, porque se inclinó por esa área. No ejerce la ingeniería, su verdadera vocación es la cocina. Si quiero acotar, no pretendo decir con esto que soy una especie de guru ni nada parecido, pero que sirva la historia que les he compartido para ilustrar el poder que puede tener una buena conversación con alguien, haciéndolo desde la honestidad.
Y lógicamente, no hablo de esas charlas rápidas que tenemos por compromiso, sino de esas conversaciones reales, las que de verdad importan. Esas que ocurren cuando alguien te escucha sin juzgar, sin interrumpir, solo estando ahí, de verdad, con atención plena. Es interesante cómo algo tan simple puede ser tan difícil de encontrar hoy en día, lamentablemente.
Es que vivimos en un tiempo en el que todo parece urgente, todo se quiere hacer rápido. Siempre estamos corriendo detrás de tareas, de pendientes, de metas, de distracciones. Y en medio de eso, olvidamos lo más básico en los seres humanos: conectar.
Y hay muchos estudios que confirman que las buenas relaciones tienen muchos beneficios para nosotros, y lógico, las buenas relaciones se caracteriza´n en general por tenre buenas conversaciones, por esa capacidad real de conectar. Tal como podemos encontrar en diversos estudios:
"Las investigaciones sugieren claramente que tener buenas relaciones sociales puede tener un impacto positivo en la salud mental, conducir a un mayor bienestar general y contribuir potencialmente a una vida más larga",, así que no desmeritemos el valor u een nuestras vidas tienen las diferentes relaciones. Así como las hay que nos suman energía negativa, y que definitivamente debemos dejar de lado, hay quienes nos suman cosas buenas, esas son las que debemos mantener con nosotros.
No piensen que sólo hablo de historias bonitas, esto está demostrado científicamente, las buenas relaciones sociales, y esas buenas conversaciones que podemos tener no sólo nos sirven para aliviar el momento o para sentirnos mejor, sino que puede resultar lo hablado en ese momento en grandes cambios en nuestras vidas, literalmente, puede ser terapéutico. La profundidad emocional, la autenticidad, el sentirnos escuchados y comprendidos, eso nos sana, literalmente.
Entonces, pienso que es bueno tener presente que una buena conversación mucho nos puede sumar, y tal vez descubramos que no hace falta tener todo resuelto para sentirnos un poco mejor, solo hace falta que alguien nos vea, que nos escuche y nos diga, aunque sea con el silencio: “Estoy aquí”.
No sé, puede que sea una idea simple, pero creo que esas son las que más cambian el mundo. O por lo menos, el mundo interior. Que tengan un bonito día, y que puedan tener muchas de esas conversaciones que realmente nos llenan la vida de cosas buenas.
